Las manchas de leche o comida, la fruta podrida y los productos caducos le dan a tu refrigerador un aspecto poco agradable pero el problema no sólo son los malos olores sino el riesgo que esto puede representar para tu salud. Con estos trucos de higiene, tu refri estará en perfecto estado y nunca arriesgarás tu bienestar.
- Limpia los derrames inmediatamente después de que sucedan, si esperas demasiado, serán más difíciles de quitar.
- Controla las fechas de caducidad. Ubica los productos con fecha próxima en la parte más visible y los de mayor durabilidad en la parte de atrás.
- Guarda tu comida en recipientes herméticos.
- Coloca una manzana en el interior, ésta puede absorber la mezcla de aromas. También funciona el bicarbonato o una rebanada de pan de caja.
- Limpia la goma de la puerta, esto hará que el moho no se acumule y cause grietas que después dejan escapar el aire frío.
- Cuida que la temperatura del interior sea la adecuada para evitar la proliferación de bacterias.
- No conserves las sobras de comida por más de cuatro días.
- Programa una limpieza quincenal de mantenimiento.
- Limpia la parte trasera del refrigerador mínimo tres veces al año, la acumulación del polvo reduce su rendimiento y aumenta el consumo de energía eléctrica.
- 10. Si te ausentas de casa varios días, deja el refrigerador vacío, desconectado, limpio y con la puerta abierta para que no se formen hongos y bacterias.
Límpialo en un dos por tres
Antes de comenzar, asegúrate de tener a la mano lo siguiente: bolsa de basura, jabón líquido, esponja y un trapo de tela. Desconecta el refrigerador de la corriente eléctrica y vacíalo. Tira los productos caducos, retira las repisas y lávalas con agua y jabón usando una esponja de textura suave.
Después, humedece ligeramente un trapo con el agua jabonosa, pásalo por la puerta principal y a los lados para eliminar las manchas ocasionadas por las manos. Haz lo mismo en la parte de arriba, donde se acumula el polvo.
Por último, conecta nuevamente el refrigerador. Una vez que este a temperatura adecuada, introduce tus alimentos y bebidas. Trata de limpiarlo cada quince días y no olvides que nunca debes utilizar productos tóxicos o abrasivos como el amoníaco, sosa o gasolina, ya que dañan y desgastan tu refrigerador.
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